Que venga con pasos silenciosos,
como un secreto de la brisa susurrante.
y me lleve en sus negras alas,
en un vuelo sin retorno.
Que venga en una tarde soleada,
flotando, sin rozar el suelo inmundo.
Hay corazones que la esperan,
para renacer allí donde sólo habitan las almas.
Que venga y que me lleve,
para dar descanso a este cuerpo,
podrido de verdades,
quizás no merecido, seguro insatisfecho.
sauce.