Te doy una hiedra hilada de pestañas
sujetada con sueños comprimidos,
para que ates con ella tus hazañas
y no escapen cual empeños fallidos.
Te doy unto dador de la esperanza
sedimento de amor que da la vida,
curador que equilibra la balanza
cuando no encuentra el corazón salida.
Te doy el sudor de obras laboriosas
entre pujos y dolores construidas,
transpirado por manos jubilosas
con impulso de ideas renacidas.
Te doy voces de honor y libertad
en un canto tenaz y diligente,
que vertiendo fonema de amistad
soporte un universo transparente.
Te doy el contorno de una sonrisa
implante ingrávido de fortaleza,
con suave esbozo fantasía irisa
brotando a un tiempo de gentileza.
Te doy el hálito de la ilusión
razón incólume en perseverancia,
fuerza dinámica en pura alusión
que asienta deseo en preponderancia.
Te doy la gracia, el valor y templanza;
la dicha, la sapiencia y la entereza…
Para arar en tu vida la bonanza
y sembrar tu gentil naturaleza.
Te doy las manos, las penas y flores;
los valles, los océanos y alturas.
Para pintar tu vida de colores
y soltarte de horribles ataduras.
Te doy el bien, el mal y lo inseguro;
la belleza, lo feo, la justicia…
En tus manos se asienta tu futuro
no lo manches por falta de pericia.
Te doy lo dulce, lo amargo, lo liso,
la ironía, la honradez, la virtud…
Es hora de asumir tu compromiso
emancipa tu propia esclavitud.
Por si acaso con ello no bastara
busca dentro de ti la inspiración,
si no hay nada que a ti se te negara
eres joya forjada en perfección.