En tu nombre comienza el cielo,
el mar y la tierra,
la luz y la esperanza,
la ilusión de los soles,
son tus ojos diamantes de luna,
perlas de sueño,
notas de alegría al infinito,
todas y cada una de las flores, cantan hacia ti,
agradecen que llenes de vida el corazón,
de locura el alma,
de sentimiento el suspiro
y todo entonces
se impregna de ti, cuando te escribo.