La fantochada de la vida,
el calvario de la indignación,
la sutil indiferencia de lo efímero,
la crucial esperanza del indigente.
Todo es mugre que arde el alma y la traspasa.
Una infeliz desazón que posterga la existencia,
que denigra la esperanza y la transforma en negación.
Una vida que nunca fue vida, encerrada tras las rejas,
devorada por la traición.
La ruin travesura de los yutas
La infame vileza del humano,
eso que desgarra al alma,
que la destroza poco a poco
convirtiéndola en indignidad.
Un mundo oscuro y obsceno,
cubierto de inmunda pestilencia.
Es la ruin experiencia de lo profano
que arrastra y devora,
destruye y conmociona.
Es un sentimiento tan profundo, tan difícil de expresar.
Estoy formado para odiar, para repeler al careta
y arrancar de cuajo la falsedad
destruyendo la inmunda ignorancia de existir
CARLOS A. BADARACCO
14/3/13
(DERECHOS RESERVADOS)