De nuestra travesía por calles ocultas solo hay disimulado el recuerdo
Pertinaz te sustentaste de mi anímico desvarío
En mi mente y corazón inmarcesible ahora concuerdo
Y eufórica pude censurar en mi este ilícito amorío
Ya no tiene ningún sentido amarte
Termino mi tiempo de peregrinar contigo
Ya ni siquiera deseo quererte
Y del olvido incruento los pasos ágil persigo
No quiero las miserias de tu apócrifo amor
Y si te miro vuelves a crear mentiras que dirás
Y a mi soledad inicua aprenderé a amar con clamor
Y del amor el látigo del desdeño en tu piel sentirás
Ángel… que miras, sonríe y miente
Vislumbra tu reflejo y trata de sostener tus mentiras
Ángel… que cree que solo porque vive… siente
Te bañas de duda y la culpa en mi conjuras…
Estoica acepto tu perplejo rechazo
Y con fervor de este ya me he liberado
Y así tu ego recibirá el flechazo
De todo lo que en tu “cielo” no se ha sincerado
Cansada de ser solo la marioneta pálida
El capricho en el que el dolor soslayabas
En borrasca me refugie en el mausoleo que me hizo crisálida
Y mis alas negras me alejaron del silencio que en mi emanabas
Ya no me causa ilusión amarte!
Ya ni siquiera deseo quererte!
Tampoco tengo ganas de pensarte!
Mucho menos se me antoja besarte!
Partiré discreta sin dejar ceniza alguna
Pintando el color negro del recuerdo de escarlata
Mis brazos te cierro y mi alma sin duda alguna
Mientras la luna mía titilante me arrulla con su sonata.
NINFA.