Era la garua atisbando aquella callecita por donde te vi pasar,
esta ahi quieta, sin prisa cayendoles sin cesar agujas de agua
y el sonido que se desprende me dice que no estás...
Sucede que te siento respirar en cada tramo de este instante,
Está el testigo la lluvia sentada a mi lado contandome tus manias,
reíamos, cantábamos, éramos un unico vuelo surcando los sueños
y cuando languidecía la tarde, te acompañaba al rio a ver el mundo..
Aleida, son inutiles mis palabras porque no te alcanzan,
no le hacen frente a esta nebulosa soledad...
Ellas aun te cantan y se posan en la noche a esperarte,
Ellas aun te dibujan las manos, los ojos tan límpidos y puros...
"Aleida solia tener veinte años, y esa voz de princesa acumulada en los arboles y en las nubes siguen vigente zigzagueante, hablando de nosotros dos. Ella es una flor vestida de fé, es una canción de vida, una promesa despertando mis ojos, para seguirla como si fuera una estrella, un encanto, un instante pintandose de eternidad. Aleida solo existe en el pensamiento, una mujer aun sin nombre que retumba mis sentidos... "