¿Qué tan grande puede ser tu indiferencia?
¿tanto para estar con otro frente a mi?
tanto... ¿para que no logres percatarte el rosar de mis labios?
¿para que no recuerdes las marcas de tu amor en mi piel?
Entre las indiferencias ¿la tuya puede ser coronada?
¿reina? o tan solo doncella…
de interminables piezas, de incontables momentos…
De mis tristes fantasías eres origen,
de impertinentes abrazos que buscan tu calor
y tú, mujer, omisa de mis cariños, los dejas libres en la sombra,
como los diáfanos besos y las tersas caricias que te he dado.
Sólo tu perenne indiferencia permanece, en nuestra velada
ni mis besos, ni mis halagos,
sólo tu honda mirada en mis ojos, en el porta del alma nuestra,
sólo esos cortos espacios, donde el tiempo se abate,
[donde son besos los de mis labios a los tuyos.
Eterniza estatua fusionada con mi amor,
ceñida en una tupida y embalsamada manta de terciopelo,
donde pretendes guardar tu secreto, el secreto de tu sexo,
el que ambos conocemos y un secreto aún mayor.
¿Qué tan grande puede ser tu indiferencia?
frente a un poema, frente a gemido de mi alma
¿qué tan grande puede ser? tanto, como mi amor…
IMPOSIBLE.