LA MAGDALENA
Los hombres van y vienen, y yo espero.
¿no quieres detenerte? Todos están ausentes…
Hoy no apagué mis lámparas y tengo
Aún fresca la cintura y la mirada
Que nunca hace preguntas,
solo espera.
Al que nunca se queda,
al pasajero anónimo
De las fugaces sendas de las horas pagadas.
He tejido más besos esta noche,
Y querrán apresarte mis caderas,
Si el arco de mi espalda , generoso
Mis rutas misteriosas te revelan…
.
Esta noche mi cama está sin precio
va de balde la entrega.
. Serás el invitado de mi sexo,
El morador gozoso de mi cuerpo…
Guárdate las monedas,
porque esta vez soy yo la que me entrego
no quiero paga, ¿entiendes?
Porque esta noche es mía y de mis sueños…
Acércate… ¿ a qué esperas ?
Tengo fresca las sábanas… hay dos copas de vino,
Y hasta un jarrón con rosas olvidadas.
Y el perfume de mirras y de nardos
Y sándalo en mi almohada
perfumarán tu leve travesía.
Por la penumbra antigua de mi cama.
Desnúdame despacio… por favor,
intenta una caricia… lentamente y con pausas
Una palabra nueva que pueda resarcirme
del veneno de aquellas que lastiman,
las que no quiero oír, las malhadadas…
de sibilante acento, embrutecidas.
En el campo propicio de mi alma.
Y ve sin prisas… como si me quisieras,
Como si fuera yo tu enamorada y tú
Tu amor me dieras…
¡ Ayúdame a soñar otra alborada!
Porque esta noche me tiemblan las manos…
Y el alma se me va desmoronando
A solas, enfrentada con mi espanto
Déjame a cambio un solo instante puro
Un hito de pureza en la jornada,
Que la vida sea más que este momento
De amor conjurado en una cama
Reclinada entre púrpuras y nardos
Y llámame con nombres que liberen
Del estigma brutal que me condena
Mi amor…amada mía…lo que quieras
¡Y enjúgame las lágrimas si acaso
De llanto penitente entre tus brazos
Y el destino fatal de Magdalena!
CRISTINA CAMMARANO-para "veronica"