(Managua, 28 de noviembre de 1988, Bar Los Ídolos )
Los Mayas creían que había un solo dios creador de todas las cosas.
Ese dios creó las plantas, los animales, el hombre; y la tierra que pisan y el mar donde se bañan, y los peces que hay en el mar en que se bañan esos hombres.
Los Mayas creían que había dioses menores.
Creados por el dios creador de todas las cosas.
Y así había un dios para cada fenómeno:
Un dios de la lluvia, un dios de la guerra, un dios del suicidio y un dios del amor –y el que se suicidaba por amor iba a la gloria-
Yo no soy Maya pero creo que hay un Dios creador de todas las cosas que creó las plantas, los animales, el hombre; y la tierra que pisan y el mar donde se bañan, y los peces que hay en el mar en que se bañan esos hombres.
Es así que creo que Dios te creó a ti, pero mi pecado es ser como Maya.
Creer que te ha creado y haberte erigido como una diosa.
Diosa que habla, que mira, que ríe...diosa del amor.
Diosa que se tiene que amar y que amarla es irreverente.
Esto me ha costado el destierro del Paraíso.
El amarte y amarte siendo tú... una mujer.