Nada ha cambiado
yo seguiré escribiendo
mientras las hojas caigan
(qué me conozca el tiempo)
Qué sepan los senderos
donde termina el paso
además la llovizna
de tus ojos callados
esperan la primicia
de mi verso lejano
La dedicatoria se rompe con los años
Que bueno que estés lejos
para no
ver tus ojos
para no saber siquiera
a que saben
tus labios
Prefiero imaginar tu mano
aquí en mi pecho
y tu labio
(auscultando un momento
mi boca ya dormida)
lo demás es muy mío
-tu cuerpo es mi delirio-
Por eso me reservo
lo que sueño contigo…