El día del comienzo y fin.
Eslabones perplejos de toda mirada.
Casto corazón de un amor.
Renace del nuevo engendro.
Cosmovisión metafísica, y por otro lado
Una visión clara de una crédula realidad.
No creo que el edén sea mi naturaleza
De lluvia de margas miradas, me nutres.
No te hablo de una victoria o de derrota.
El alma se regurgita con los jugos de tu mente
Aplicando (como siempre) la ley.
El del perfecto ejemplar que consigo lleva una máscara de infelicidad.
No discrimino por ser antiguo, no añoro ser lirico.
Me inspiras a tantas cosas, pero, tu desnudez mental
Alimenta mi ser...
¿Sera que tu objeción es elocuente?
¿Sera que viviremos en ese porvenir?
Nutres este marchito árbol pensante.
Mueves sus ramas, siendo dueña de ellas.
Alimenta este ego maldito concedido hace un tiempo.
Y brillas, como el alba; El amanecer.
¡HERMOSA! Sería su mirada a través de tus ojos.
Sobreviviente de este augurio; Que fin en fin
Nunca muere....
(Siendo un fin, el infinito despertar)
Aquí y ahora , te imploro ceguedad.
Arruinando el presente no deseado
Y abriendo estos caminos hacia el futuro
¡QUE ABUNDE LA FELICIDAD!