Éramos…
Éramos…
dos locos aquella vez
se nos caían los pétalos
uno por uno
florecía ante nosotros
la desnudez
de nuestros cuerpos…
se fue desojando la piel
entre vestidos regados por el suelo
y saciamos la sed
de nuestros deseos
en aquellos jugosos
y dulces besos de miel
que poseían nuestras bocas
de fuego…
Éramos…
como dos flores aquella vez
a punto…
en su pronta madurez
experimentando la vida
que nacía de nuestros adentros
experimentando el goce
profundo y sereno…
Éramos...
dos locos aquella vez
locos de amor insaciable
y acariciábamos la piel
con vibraciones
de goces eternos…
¡Ay! amor…
éramos dos locos aquella vez
y me placía sentirte
gozar mi cuerpo
y me sentí… ¡tan! pequeña
entre tus manos aquella vez…
y ¡tan! segura
en tu cuerpo de fuego…
Éramos…
dos locos aquella vez…
nos sorprendió hasta el alba
amándonos sin tregua
y entre el tul de cielo
se incrementaba el fuego
ardiendo en nuestros vientres…
se fue desgranando de a poco
la desnudez de nuestros cuerpos
como una chispa eléctrica…
tus caricias en la piel..
Éramos como dos locos de amor
aquella vez
que en el ímpetu de la vida
moriríamos en nuestro lecho…
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