No sabemos donde duerme,
aflora sin pedir permiso,
y cuando se le da,
desaparece riendo.
Y nosotros con el corazon lleno.
Tan buscada para descargar el alma,
enciende un torbellino,
lo alza hasta el cielo,
para despues posarlo,
en una simple hoja.
Tan maravillosa y a la vez,
tan misteriosa.
Acaricias la vida,
llenandonos de tanto amor,
que esclavos gustosos,
te seguimos y reverenciamos,
sintiendonos,
vivos de corazon.