Amo el olor que despide
cada parte de su cuerpo
humedecido con el fresco
rocío que destila al alba
y cuando percibo las ansias
en su aroma inconfundible,
hierve el deseo de hacerlo
mío entre los estertores
que sólo usted provoca
desde nuestro génesis.
Paladeo despacio la hierba
reposada de sus campos,
mis labios lo recorren
en el murmullo del silencio,
reboza el cáliz y en su flor
se despliega un manantial
entre las llanuras inquietas,
en el camino de enhiestos
pezones espabilados
con la dulzura de su palma.
Crystal CG.