Dia nublado.
Leve viento.
Miro hacia el cielo.
Me llama la atención
unos diminutos objetos que descienden.
Se van aproximando a la tierra.
No son naves. No son ángeles.
Son seres humanos.
Como tú, como yo.
Pisan tierra.
Me rodean, o yo quedo en medio
de un círculo humano.
Todos ellos miran hacia el lugar
del cual descendieron, el cielo.
Contemplan la tierra.
Se sientan sobre ella.
Parados, cada uno se toma del hombro del otro.
Forman un círculo.
Son cientos, miles, millones
de seres. Es imponente, impactante.
Nunca visto.Nunca imaginado.
Se distribuyen. Se separan.
Como si se evaporaran.
No, en realidad, cada uno
ha ido en busca de su destino,
de su hábitat.
Me quedo solo sobre la tierra.
Contemplo el cielo.
Siento una cálida ráfaga de aire
sobre mi cuerpo.
Lentamente, siento que mi cuerpo
asciende. Subo, subo.
Hermosa sensación.
¿iré hacia el encuentro del Rey del Cielo?
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 18/03/2013)