Dices no te amo,
dices no te quiero...
sin embargo me miras,
y tus ojos te delatan,
porque en ellos vive la ternura
porque hasta ahora y después de tanto tiempo sin tenerte cerca
me tocas.. y me embriagan tus caricias.
Dices haberme ya olvidado,
y tus manos...
se refugian en las mías,
en un acto reflejo,
ahora ya instintivo.
Dices no quererme,
y en tus labios
tienes prisionero
a ese beso ardiente
que tu corazón me ofrece....
y que tu razón me niega.
Hablas de lo efímero
y volátil que fue tu amor por mi,
pero no puedes evitar
que tu piel sea una dulce enredadera
cuando se mezcla con la mía.
Y no puedes, no quieres detenerme,
cuando se acerca desnudo
mi pecho a tu pecho,
y el calor de tu cuerpo, tu aliento, tu sudor mezclado con el mío
logran ahuyentar el frío de mi alma;
Por qué si hablas de olvidarme
cierras tus ojos y sueñas
cuando mi mano se esconde
en la profunda oscuridad de tu pelo ?
Tiemblas y suspiras,
y si antes fuimos dos,
ahora somos uno.
tú el bosque y yo el viento,
tú la lluvia, yo el cielo
yo la noche y tú la luna...
juntos como mar y arena.
Me recoges en tu ser
como la tierra a la semilla
y te abrazo tiernamente
y ruego porque el tiempo
se detenga para siempre...
Sabes, dices no amarme...
y…
yo te entiendo,
es solo por contentar
a tu remordimiento.