Nos conocemos de otros sueños,
Pero este, el nuestro,
Es la continuación de aquella historia,
De frecuentar la misma banca en horas distintas,
De hombres escribiendo en servilletas,
De chicas en tren,
De Romeos sin Julietas,
De sentimientos esperando en el andén.
No te llame, ni me llamaste, nos soñamos.
Y en un buen sueño acordamos
Encontrarnos al despertar,
Llegamos tú del Sur yo del Norte
A la misma banca,
Mis letras las plasme en tú mente,
No en servilletas,
La chica del tren, no volvió a viajar sola,
Los romeos encontraban a julietas,
Los sentimientos ya no esperaron más en el andén.
Como si la realidad fuera el sueño,
El encuentro duro lo que dura la noche,
No dormimos lo vivimos,
Y desde entonces,
Soñar para alargar el encuentro,
Soñar para volverlo realidad
Y viceversa.