Me miraban sus ojos fijamente
penumbra de las noches enlutadas,
muerto, el amor, más bocas acalladas
esta noche, habrá, llanto, deprimente.
Labios carmesí, los míos rogaban
¡Silencio noche! Escucharé, mi llanto
el de esta mujer, a la que amo tanto
grillos en la noche, nos cantaban.
Queda su esencia, acallará mi mente,
flores marchitas, de amores ausentes
me preguntaré. ¿Porque la he perdido?.
Luna, luceros, estrellas brillantes
me he quedado, sin su amor prohibido
amanece en mí, dolor permanente.
Autor Joaquín Méndez.
Reservados los derechos.
10/03/2013 9:42:01