Ya terminado un ciclo
dejo un pasado, “en recuerdo”
atesorado en el pecho,
meditando en lo buen
manteniendo sólo la musa.
Vienen nuevos bríos;
frescos oleajes
de calmados mares.
El disfrute del canto de las aves.
Un arcó iris…confirmante divino.
Para el venidero sendero.
lo espero con espinas y rosas,
sin pluma, sin papel.
Ahora usaré un cincel,
tallaré mi corazón de piedra.
Las leyes celestiales.
Abro las ventanas de mi alma.
No hay cortinas bloqueando su luz.
¡Bienvenida la bendición de Dios¡
Dejaré que me ilumine con su sol.
Dormiré bajo el cielo, la luna y las estrellas
maravillado de sus bendiciones bellas.