A la brevedad posible
me comunicaré con usted
espero atienda mis reclamos.
Hace tiempo que vengo insistiendo
sepa tenerme alguna consideración
pues siempre he sido fiel a sus exigencias.
Jamás me he permitido parar un segundo,
nunca reclamé viejas deudas,
e hice caso omiso a mis dolores.
Cuando presto a la conquista de nuevos horizontes,
usted, me necesitaba impecable.
Por ningún motivo me negué a servirlo
Y a pesar de saber que su mente lo domina
jamás le discutí ningún pensamiento.
Ahora bien,
agotado el tiempo de impacientes esperas
Y observando que no me permite siquiera expresarme
por usted,
por mi,
y por esa bella mujer que sé que lo ama,
a partir de este momento,
doy rienda suelta a la inteligencia de mis impulsos
y me declaro en franca rebeldía contra toda opresión de su persona.
Sin más que desearle la felicidad perpetua
me despido cordialmente
Su seguro servidor.
Su corazón