No creo en el capitalismo
ni en la democracia
ni en el consumo
ni en el formalismo
a lo mejor,
es un hígado que ladra
la muerte del hijo de nuestro hijo
una máscara que barre el supermercado
Dios en lo abyecto de un ateo
la metafísica de una caja de herramientas
el cadáver del alma en un fondo
no encuentro el ojo con lo esencial
un jubilado y su sueldo
el antagonista cansado del verdugo
la belleza del trofeo sin dueño
un reloj que vende niños a las niñas
una dignidad que reza una empresa
el incrédulo y su hallazgo: “te quiero tanto” en su bolsillo
un descorazón dándole a zatán en el alma
el orgasmo del suelo
la cifra del cielo
el todo recontraremilformulado…
¡La vida es tan simple!
yo veo a ella bailar en la voz del río
escucho que siente mi agua beber,
ella vivía Dios está solo.
Lluvia de semen, señores y señoras, en el centro de la sed de mi animal
como una certeza
(saquen fotocopias)