Mío... ese pliegue secreto de tu frente
epicentro donde acunas tus memorias,
vuelca el rostro en un semblante irreverente
cuando narras para mi viejas historias.
Mío… ese eco de ayer hoy displicente
que amasa mil vivencias aleatorias,
cual segmentos que fraccionan la existencia
en pilotes que sostienen la experiencia.
Mío… ese refulgir de tu mirada
cuando evocas en tus ojos emociones,
cuando brota alguna lágrima callada
convocada por pasadas sensaciones.
Mío…es el haz de luz alborozada
que refracta el sentimiento de ilusiones
y humedece las retinas transpiradas
decantado en emociones perfumadas.
Mío ese lapsus febril de tu alegría
que estremece de temblores ambas manos
e ignorando de la piel su altimetría
gesticula en ademanes cotidianos.
Mío ese abrazo enlazándonos ufanos
y agitando el corazón de algarabía,
cuando acorta en la existencia dimensiones
y el amor se entrega así sin pretensiones.
Mío… el leve surgir de tus gemidos
prorrumpido con palabras de ternura,
cual fonema de un amor entre latidos
resumido en tibias voces con dulzura.
Mío… es alcázar de anhelos imbuidos
musitados con suspiros de frescura,
caravana que celebra en las alturas
sin prejuicio, sin temor... sin ataduras.