P nunca pensó que se enamoraría
De ese señor que le escribe
Cartas y poesía.
P esta proclive
A desconfiar del amor
Pero ese señor tiene algo
Distinto a los demás
Insiste cuando ella calla
Calla cuando ella se ausenta
Vuelve a escribirle cuando aparece
Y de nuevo remece su corazón
Quiebra su caparazón
Y hace vibrar sus fibras más íntimas
El se merece su atención
Por esa singular pasión
Con que el escribe todos los días.
P está nerviosa confusa
Y un poco alborotada
Y a veces le da una señal que si querría
Ese amor que el le ofrece
Y es que P reconoce con creces
Su caballerosidad e hidalguía.
P ha soñado tantas veces
Con un amor sin reveces
Con una relación de fantasía
Que guarda una leve esperanza
De que con ese señor quizás
Vale la pena intentarlo
Y llegue a ser su melodía.
P es bonita
Y reconoce la hipocresía
De amores y pequeñeces
Y algo le dice que el
Es sincero en la medida
Que la relación se vaya adentrando
En planos más sugerentes
En facetas más evidentes
En detalles de dulce armonía.
P está contenta
Pues esto la mantiene viva
Y para sus adentros sueña con esos besos
Plenos de suave embeleso
Propio de los amantes.
Para P es excitante
Mantenerlo como un buen amigo
Y tenerlo como pendiente.
El es un buen pretendiente
Diferente
Tierno
(A veces)
Pero eterno trovador
Y cantante.
P le ha dicho a el que lo quiere
Pero que no espere promesas.
El ríe pero en el fondo
Siente una gran tristeza
Mientras su pluma se muere.
P está enamorada
Como suele sucederle también a veces
A todas las mujeres.
P está enamorada
Y el poeta está feliz
Más de lo que el cree.