Con aire frío llega Primavera,
alegres se perciben aguinaldos
que brotando silvestres se reflejan
allá en la brisa helada de los campos.
Con rocío que nos deja la luna
y dulzura que emana el aguinaldo,
la abeja lo percibe cual ninguna
y dulce miel con gusto va libando.
Mientras revolotea la mariposa
porque al salir el sol sus rayos llegan
se posa muy feliz entre las rosas
y el tocororo y colibrí ya vuelan.
Yo que no soy abeja o mariposa
ni tocororo ni siquiera rosa,
disfrutando al soñar tanta alegría
pensando en las campiñas de mi suelo,
se va anidando en mí el desconsuelo
de una dulce y sutil melancolía.
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Lena@DerechosReservados.
Melancolía.