Estaba ahí desnudo, Su torso oh! desnudes diseñada, Y por debajo… las caderas Y la bestia… tierna criatura… ese sexo, Regreso mi mirada imantada por sus ojos Fue entonces, cuando los noté Delicados botones de almendra ¡No! no eran oscuros Acerque mi rostro Claro que me sentí tentada Saboreé entonces la miel maple, Supe que mi amante-compañero
incitante, embriagante (sonreí)
por demonios modeladores…
observe y me perdí
en la espiral multiforme de su ombligo
virginal y adolescente,
filosas, moldeadas
columna de mármol
firme, delicado
que se desbordaban de la noche...
¡que torpe fui! en no mirarles antes
cuando mi mirada era inquietud...
juguetones, enternecidos,
casi filosóficos
como chocolate amargo,
¡tampoco! eran tan claros
como leche vainilla....
Eran...si, eran
pezones caramelo
endulzados, cristalinos
note la canela de sus poros
sentí la tibieza del azúcar.
en arrancarlos de un mordisco
no me atreví ¡que osadía!
retrocedí sonrojada...
me sonrió y me inyecto libido
el cuerpo escarchado
baile a ritmos cadenciosos
y al final...
era perfecto
pues tenía los pezones caramelo