Para que no me olvides,
Recuerda nuestros inexplicables momentos,
Las caricias nunca dadas, mi risa de niña y mi juventud.
Siénteme en la brisa que se cuela en tu ventana
Y te toca, te besa y te cuida mientras vives y duermes.
Mira a la preciosa luna, cómplice de nuestra tierna locura.
Recuerda que eras todo para mí,
Y que juntos éramos dos locos enamorados,
Enamorados e indestructibles con cada palabra.
¿Nos volveremos a encontrar en mis sueños,
En tu respirar, en mis delirios?
O en la inmensa intensidad de lo nuestro.
Compañero, para que no me olvides, te confesaré:
Vendrán otros tiempos, otras lunas, otros compañeros…
Pero, para que no me olvides… Yo siempre te recordaré.