Las palabras quedaron sobre la mesa
temprano esta mañana las dejé
anidadas en un pensamiento fugaz
que ha quedado plasmado para siempre.
Me siento sola en tus brazos,
no hay afecto, no hay calor;
solo un efecto de inercia
a lo que crees necesita mi dolor.
Mi corazón está vacío
te ha entregado todo su amor
y no ha recibido nada a cambio.
En este silencio permanente
es que termina por degradarse mi mente,
se muere un poco más mi sonrisa y mi fe desaparece.
No encuentro nada en tus ojos,
la verdad no es transparente.
¡Es tan oscura tu mirada,
tan negra como tu alma!