Te volví a soñar en mi vida, volví a creer que eras parte de ella a mi lado, te soñé como una ráfaga de amor correspondido, eras tú y nadie más. Soñé tus manos acariciando mi piel, desgarrando para no soltarla jamás. Volví a oler tu exquisito y penetrante aroma que completaba mi triste y malhumorada esencia. Experimenté la profunda intensidad de tu mirada y la rebeldía escondida de tu tímida sonrisa. Te volví a soñar en mi vida, sí y allí estabas tú amándome y yo a ti, te creí en mi cuerpo. Te volví a soñar en mi vida y tus labios entrelazaban los míos durante un silencio voraz y repentino que hacía estallar mi corazón y lo despertaba de una irreal pero añorada fantasía que todas las noches me concede el ansia y deseo de tenerte.