... Y en la noche, sentir, dolor, por nunca saber, dónde estás, Tú ...
syglesias
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DOS lágrimas han CAÍDO en mi PIEL:
Dos lágrimas han caído en mi piel recorriéndome lentamente el cuerpo semidesnudo recostado en la cama despertando ansias que creía extintas por los espacios sin tiempo de amor, descubriendo que el olvido no era así como pensaba, porque te recuerdo hoy más de lo que pude tenerte presente, ayer, sin poderlo evitar, con sentimientos que brotan espontáneos, haciéndoseme un nudo en la garganta que apretando ahoga sin compasión por medida a la hora de intentar, decir tu querido nombre, formándoseme sollozos aun más grandes en la desesperación por desearte ver, teniéndote nuevamente a mi lado, amada mía, mujer de mis eternos desvelos del silencio, sumido en esta terrible soledad aprendida en la que no he encontrado la salida más corta y segura a tus entrañables brazos sin orientación, perdido irremediablemente en tinieblas de noches que parecieran no terminar con mi sufrir...
Dos lágrimas han caído en mi piel recorriéndome lentamente el cuerpo semidesnudo, al no saber, dónde estás Tú, produciéndome todo el dolor mayor de ausencia posible de soportar anhelando tus suaves y necesarias caricias en la espalda, donde sabias bien que tanto me gustaba, sentirlas, por hacerme soñar en tantas cosas maravillosas y posibles de alcanzar, porque nada era imposible de lograr, si Tú estabas aquí, donde tanto mis tristes ojos quisieran verte dibujar en tus rosados labios esa bella sonrisa de blancas perlas, mientras el viento entrando por el ventanal de la alcoba, alborotaba caprichosamente tu frondoso y hermoso cabello de oro confundiéndose con los rayos del Sol a la vez que tus expresivos ojos glaucos hacían contraste perfecto con la naturaleza, escuchándose al fondo el cantar inconfundible del Ruiz señor esperando tu llegada, posado sobre la rama del viejo roble que sembramos atrás en el patio.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 20032013 11:00 PM.