¡No entiendo a este mundo banal!,
Cuando la felicidad nos toca la puerta,
y que nuestra gloria tiene ya abierta,
nos llega a tratar de forma fatal.
Porque es cierto y claro lo que afirmo,
antes de ti, nadie me movía el piso
menos acentuar como tal un compromiso,
como sucede contigo y lo confirmo.
Pero...¡el pero maldito que no falta!,
nos mete como muñecos a un tobogan,
aunque nuestro amor, por siempre resalta.
Creo que esta vez, los goznes ya rechinan,
de esa puerta que buscamos con afán,
y que los caprichos, separarnos se empecinan.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN., MEXICO,Marzo 22-13