Ella es amor,
sus manos, izquierda y derecha son amor,
sus ojos en los asuntos de la belleza,
su boca con golondrinas en lo que dura el día,
su cuello es amor.
Y nuestros pies en el camino
y nuestras cejas en lo inmediato,
nuestro laberinto descifrado,
el espacio plural.
Ella es amor,
en cada sueño que proclama proyección
no se ovida de nadie,
mucho menos de los indefensos sin abecedario.
Ella, tiene tantas letras como amor,
tanta sensibilidad contagiosa
que a mi individual yo, lo convirtió en nosotros.