A la mala gente le llegó la hora
porque desde ahora gobierna el amor
se acabó la trampa detrás de las sombras
a la gente buena la acaricia el sol.
A la gente humilde de la Patria grande
les tocò por suerte la felicidad
porque los gobiernos hoy se les parecen
luchan por ser libres y por la igualdad.
Luchan contra el viento, contra la marea
contra la diarrea de mediocridad
contra la antipatria esclavista pura
que manufactura hasta la verdad.
A la gente linda se le ven los dientes
porque la sonrisa comenzó a rodar
por toda la tierra de este continente
llevando un bocado de felicidad.