No era yo, ni ella, ni nada,
nunca fue lo quise que fuera
nunca salió de una lagrima inesperada
que naciera, resbalara y muriera.
Nunca dejo de ser una simple ilusión,
una idea, una palabra, un pensamiento vano en el aire escrito
¡que escribiera con letras irreales la fantasía en mi corazon!
la idea,
el cuerpo de una mentira,
la sombra de una esperanza, que de mi mente hacia recinto.
Nunca dejo de ser sin siquiera haber existido,
lo imposible posoble superaba para nada
retaba al espacio, al tiempo a todo lo nuevo y lo ido
incluso me retaba a mi mismo y dentro de mi habitaba.
¡Y derrepente sin oportunidad de cosa alguna,
como por arte del más cruel destino¡
murio... sin habersele permitido una real lucha
sin jamás su causa defender en pro o en contra
y sus unicas memorias, todo aquello que fue indigno.
¿Cómo luchar por una razón que te traciona?
¿cómo ser fiel a algo en lo que es imposible confiar?
no lo se, pero así fue hasta su muerte,
hasta el dia que el metal probó su sangre inerte,
la sangre de un traicionado por la vida, un inocente,
la sangre, que de huir, encausado seguiría presente.
Su causa un sueño fue y nada más,
su sangre nunca existió, mas dentro de mi la sentía correr,
su desgracia no fue nada para nadie más que para él
su ilusión no era la grandeza,
sino un pequeño mundo que nunca volverá,
su ilusion nunca fue solo tener,
sino el motivo de su desgracia, el demasiado dar.