Hoy fue decisivo para saber que,
el amor es para mí solo un sueño
de anhelos que caen en saco roto
y de versos que caen en la nada.
Hoy, el dolor se posesionó de mi ser,
se adueñó de mi amor,
cambiando el curso de mi vida.
Sollozante y sangrando por la herida
quedé en la mitad de mi extravío,
con las manos que ayer flores tenían.
Y que hoy, caen en pétalos marchitos,
sangrando, empuñando la angustia
y en los ojos, llanto sobre llanto.
Eso me pasa, por haber amado tanto,
por engañarme a mi misma
cuando en el fondo sabía,
que no… no me quería…