bonifacio

Silvana Buendía

De pronto se abrió una puerta

Una ventana un tragaluz

Por donde apareciste tu

Amor que mi alma reclama.

 

Yo confiando en mi valentía

Besé su boca de lana

Y la sentí diferente.

 

Era evidente

La diferencia que había

Entre el amor que soñaba

Con esa boca que ardía sin pensar en el mañana

Que bajando mis ojos le dije

Que este beso no valía.

 

Y tomando mi sombrero de pana

Mi maleta siempre vacía

Abrí la puerta de nuevo

Y me marché por esas calles

Solo y con  pocas ganas

De soñar con fantasías.

 

Esa puerta no era mía

Y su luz era engañosa.

 

En ese preciso momento

Frente a mi pasó una moza

Y siguiéndola con la vista

Me volví de nuevo optimista

Y silbando me fui de jarana.

 

A la casa de Silvana

La que no da juramentos

Siempre buena compañía.

 

Silvana

La que espera.

 

Silvana

Con su cuerpo de pera.

 

Silvana

La amante de aquellos días.

 

Silvana

Buendía.