joaquin Méndez

{{¡Hay Amor! si tú supieras}}

{{¡Hay  Amor! si tú supieras}}

 

¡Si tú pudieras saber!  

Cómo me arde la sangre, en el rincón más oculto, en lo más profundo de mi alma, y de mi corazón, que es  donde te guardo, como la joya más preciada, porque tú eres lo más preciado y ansiado, para mí.

¡Si tú pudieras saber!  

Cómo fluye la pasión, y el deseo, de tenerte en mis brazos, para transmitirte toda la felicidad que florece desde mi alma a mi boca,  con cada te amo, con cada te quiero, que no puedo decirte, con cada frase, que me dice tu boca  sin hablar. En este distancia, en el silencio, ese silencio que mata, de no poder escucharte las frases dulces y cautivadoras que salen de tu boca,  que son como cantos,  de ángeles celestiales.

¡Si tú pudieras saber!,

 Cuántas lágrimas derraman mis ojos cada noche, de soledad, al pensar,  que tu nunca sabrás,  lo mucho que te amo,  y te necesito, que mi corazón, está envejeciendo te tanto añórate y desearte.  

A pesar de acariciarte, besarte, amarte, y poseerte, en mis más lujuriosos y apasionados,  pero dulces sueños, me falta el tacto de tu suave y sedosa piel el fuego de tus labios el mimo de tus manos, el brillo de tus lindos ojos y la luminosidad te tu cautivadora sira.

¿Cómo decirte lo mucho que te amo? ¿Cómo demostrarte que eres mi locura, sí, mi dulce locura,  de amor eterno?  Amor, que supera todas las barreras de la distancia, esta maldita distancia,  que evita que nuestros corazones puedan desahogarse,  con la magia y el perfume de nuestros amores.

Este amor, es, un amor,  que me consume poco, a poco, que me tortura y me daña,  de tanto tenerlo retenido en mi corazón. ¡Quiero soltarlo! para que anide en ti,  y florezca,  como la más frondosa primavera.

Eterna primavera, para enmarcar nuestros destinos, y nuestras fantasías. Para enmarcar, estés amor,  que esta,  tan lleno de pasiones y deseos,  que difícilmente puedan convertirse en una realidad palpable y tocable.

Yo creo que nuestros pechos nunca se van a juntar,  para que nuestras bocas puedan besarse, y nuestros ojos se digan palabras  de amor en silencio.

Estoy, tan acostumbrado a ese silencio, noche, tras noche, día, tras día, amanecer, tras amanecer.

Me consume el saber que estas ahí, pero que no te tengo.

Que vives en mi mente las 24 horas del día,  los 365 días del año. Que te pienso cada milésima de segundo, cada segundo, cada minuto, cada hora.  Con los ojos cerrados, con los ojos abiertos.

¿Sabes?

Cuando cierro los ojos, te veo, te toco, te acaricio, te beso, te mimo, y te hago el amor,  entre nubes de colores. Tú me elevas, me transportas, conviertes mis sueños en realidades, que solo así con los ojos cerrados,  puedo sentir,  como reales, como una autentica realidad.

Amada mía qué bello es soñar contigo.

 Gracia, por permitirme soñarte, una y otra vez.

Gracia, por dejar que te tenga aquí, en mi cansado corazón.

Sahs…mírame,  eres tú, si, mi amor, tú…

 

Autor: Joaquín Méndez.

Reservados todos los derechos.

22/03/2013 13:23:37