Piel de luna llena
Como el aire desenfrenado me estremece
el verte danzar entre estas peñas libres de ataduras,
inmensa,
como huracán de altivo paso,
presumiendo tu piel de luna llena,
echada a andar
con la preñez de conocimiento y emociones…
Tan trasgresora,
no señora con ajenos apellidos,
¡sin ser llamada “mujer de alguien”!,
braceando por las calles sin dueños,
¡ni de dioses ni de diablos!,
escabullendo las procesiones de silencios,
con el escandaloso jadeo de tu identidad desnuda,
tan engalanada de agua, tierra, fuego y aire…
Tan auténtica,
con el sol creciendo entre tus venas,
cual hoguera de sexual inspiración,
cual hechicera de reconquistas,
animal racional de pasiones,
con el fresco de tu clítoris abierto al bullicio,
con la palabra “virgen” bajo el zapato,
y trasgresora de etiquetas…
¡Estás en donde tu sexo te provoca mujer!
¡Más vale acostumbrarse!