Por el día en que llegaste a mi vida,
paloma querida, me puse a brindar
Y al sentirme un poquito tomado
pensando en tus labios
me dió por cantar.
Me sentí superior a cualquiera
y un puño de estrellas te quise bajar
Y al mirar que ninguna alcanzaba,
me dio tanta rabia que quise llorar.
Yo no sé lo que valga mi vida
pero yo te la quiero entregar
Yo no sé si tu amor la reciba
pero yo te la vengo a dejar
Me encontraste en un negro camino
como un peregrino sin rumbo, ni fé
Y la luz de tus ojos divinos
cambiaron mis penas por dicha y placer.
Desde entonces yo siento
quererte con todas las fuerzas
que el alma me da
Desde entonces paloma querida
mi pecho he cambiado por un palomar.
Yo no sé lo que valga mi vida
pero yo te la quiero entregar.
Yo no sé si tu amor la reciba
pero yo te la vengo a dejar