julio de guernica

Explorándote...

Si desprendo el cordón de tu sandalia

para poder besar tus pies descalzos,

percibo que el sendero de tu huella,

me florece en la piel a cada paso.

Por tus piernas delgadas, mis caricias

alcanzan tus rincones más lejanos;

y al llegar al dintel del paraíso,

se me abren sus capullos en las manos,

vertiendo gota a gota su ambrosía

en el crisol ardiente de mis labios.

Por bosques de magnolias y jazmines,

develo uno por uno tus arcanos;

y asciendo las laderas de tus montes,

para hallar en su cima mi descanso;

en un lecho de fuego y rosas rojas,

con centro de rubíes engarzados.

En la curva perfecta de tus hombros,

o el suave terciopelo de tus brazos, 

me ahogo en tu perfume; y por tu cuello

me aproximo a tu boca hecha milagro.

Fundiéndose mi carne con tu carne,

penetro lentamente tu regazo;

y al trasponer las últimas fronteras,

descubro el estallido de tu orgasmo...

Después, al sumergirme en la belleza

y en la ternura de tus ojos pardos,

busco el sabor a gloria de tus besos,

para bajar el cielo aquí a mi lado...