Dulce niña mía
Tus ojitos negros
con asombro
miran,
mientras titilando,
una estrella brilla
Tu carita tierna
guarda mil caricias
y muy dulces besos
Desvelos de madre
que acunando el sueño,
se ha llevado el tiempo
Hoy me siento, niña
cansada y pequeña
Es una súbita pena
que al alma mía
muy fuerte golpea
Una brisa helada
sopla mis mejillas,
trae una dolencia
de melancolía
Y en mis labios,
dibuja la ausencia
una mueca vieja
Pienso que la muerte
se me cae encima
Un réquiem mi carne
reclama y celebra
¡Ay, princesita mía!
chiquita traviesa,
no temas, camina
que tu ángel
a tu lado vuela
y su amor te guía
Elida Isabel Gimenez Toscanini