Soy un marino, navegando por tu mar,
esto ocurre, sin la previsión mortal,
presencia cercana, un hecho acontecer,
oleaje de tu cuerpo, interrumpía
respiración, privada se perdía.
La noche, de estrellas y luciérnagas,
se cumple la respuesta del destino,
asomándose a los sueños del niño,
aquél deseo infantil de conocerlo.
Viajero del tiempo de vida, en mi yate,
te sembré al horizonte, sin saberlo,
quedé alineado con el universo,
caminé entre tus ondas de corrientes.
Cada paso, me acercaba más a ti,
andar tu tierra me lleva hasta el norte,
crucé el río de las mariposas,
y fui a tus playas de arenas blancas.
Mientras, te conviertes en flor de café,
alguna vez, visito tu carnaval,
alegría no completa, faltas tu,
la barba crece, en el tiempo oigo tu voz.
Aunque digo, yo decido, el plan maestro ya está,
con todo mi equipaje, voy a tu busca,
apareces en azul, en mi orilla,
cada mañana, hago paseo por el mar.
Me acostumbro a tu olor y movimientos,
de noche, silenciosa y perfumada,
tomo tu mano y salimos a bailar,
la orquesta del mar, te canta en caricias.
Tus olas se encrespan con tantos besos,
dos noctámbulos, hasta el amanecer,
el agua de tu mar, fluye por el alma.
En alameda y junto de la iglesia,
un macizo de naranjos me sombrea,
olor de tus azahares me perfumen,
los últimos alientos de mi vida,
quiero oler tus flores, como las noches,
que pasamos juntos, en la playa y en el mar.
EL POETA DEL AMOR. 21-03-13.
PUERTO DE VERACRUZ, MÉXICO.