Solo porque ando en busca de la palabra
de aquella que se escapa cuando la busco,
esa brizna de aire, apenas signo,
que pueda dar algún sentido
a este sinsentido de la espera.
Y busco lebreles en otros mares
marionetas cansinas en los caminos y porque
estoy en espera de algún atajo
que me devuelva el niño que no fui.
Solo por eso, nada más.
Voy arrumando imágenes y campanas,
chivos expiatorios, tristezas diarias:
mas no hallo al hombre que imaginé,
me asquea la ternura de ciertas palabras.
Me miro en los espejos y me deshabito:
No creo en el hombre, ni en mí, solo en la soledad
esa insólita flor de plástico,
donde reclamo algún efímero triunfo.
Apenas logro escapar de lo cotidiano,
de esta espesa dimensión, de mi universo brana.
Y en este otro encausamiento de aguas
adelgazo la esperanza cual espagueti
que me engulle en certero sorbo.
Así me disgrega sin reclamos y miramientos
y vuelvo a la búsqueda una y otra vez:
Por las alcantarillas de la inocencia,
por las grutas de alguna poesía muerta.