Era llena de gracia como el Ave María,
quien la vio, no la pudo nunca más olvidar
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Y a la fuente de gracia de donde procedía
Se volvió como gota que vuelve a la mar.
AMADO NERVO
Ella, pajarillo que volaba aún en la tempestad
Con sus alas heridas y el corazón partido.
Él un artesano del verso y del amor
Que descubrió en ella a la más linda Flor.
Se encontraron en medio de la búsqueda de la luz
Y entre verso y lágrimas
nació una dulce historia de amor.
juntos le cantaron a la ilusión de amar
él lamió sus heridas con mucha devoción
y fue su dulce compañía en su desolación.
Fue su alfombra su corona su cetro
Ella su reina, su estrella su bella Flor
Y supo darle el calor de su abrazo
En ateridas noches de desesperación.
En su pecho ella saboreo el más grande amor
Que le dio horas felices hasta que se marchó.
Llego la dueña de las sombras y se la llevó
Pero ella quedó hibernando en su corazón
Y él hibernado en su dulce recuerdo.