Antonio Fernández López

OTRA VEZ, JARAMAGO

 

 

 

Otra vez jaramago

 vigor a toda prueba,

de nuevo abril pletórico.

Otro manto amarillo,

señales que definen,

impulsos esforzados

no sé qué de concordias

y  armonías ancestrales.

 

Horada jaramago las pupilas

como un dardo amoroso y fulminante,

camina hacia secretos interiores.

ligados al latido,

al pálpito de vida.

 

Jaramago es la fuerza que va y viene

que sale y que regresa ,

lo mismo que una higuera

que un monte coronado

que un grito de dolor.

 

Como si, a fin de cuentas,

la vida sólo fuera

un solo panorama .

Imágenes diversas

que confluyen en fuente en unos casos,

o en color desbordante,

o en fragancias,

o en espinas en otros.

 

Todas salen de la tierra,

jaramagos al fin,

para acoplarse al tiempo

rebozando su cuerpo

con el sol, con el viento, con el agua

hasta que el devenir sin límite

las lleva nuevamente a la semilla,

una vez que han cubierto el ciclo de la vida.

 

El nacer y el morir, que son la misma cosa.