Otra vez jaramago
vigor a toda prueba,
de nuevo abril pletórico.
Otro manto amarillo,
señales que definen,
impulsos esforzados
no sé qué de concordias
y armonías ancestrales.
Horada jaramago las pupilas
como un dardo amoroso y fulminante,
camina hacia secretos interiores.
ligados al latido,
al pálpito de vida.
Jaramago es la fuerza que va y viene
que sale y que regresa ,
lo mismo que una higuera
que un monte coronado
que un grito de dolor.
Como si, a fin de cuentas,
la vida sólo fuera
un solo panorama .
Imágenes diversas
que confluyen en fuente en unos casos,
o en color desbordante,
o en fragancias,
o en espinas en otros.
Todas salen de la tierra,
jaramagos al fin,
para acoplarse al tiempo
rebozando su cuerpo
con el sol, con el viento, con el agua
hasta que el devenir sin límite
las lleva nuevamente a la semilla,
una vez que han cubierto el ciclo de la vida.
El nacer y el morir, que son la misma cosa.