A Chavela Vargas
¡Quién dijo que era fácil ser negra
en este calvario de racistas!
¡Ser lesbiana en este mar de homofobias!
¡Ser indígena en estos cultivos de xenofobia!
¡Ser prostituta en este avatar de dobles morales!...
¡Quién dijo que era placentero ser de otra cultura
en este paraíso de desigualdades!,
¡gustoso avivar tu voz y pensamientos
en este transitar de fálicos calvarios!,
¡fácil saber que te debés morder la lengua
cuando irreverente te sabés parte inherente de la
vida!…
¡Pero ya sabemos que no importa
el ser mujer!..
A pesar de esta tierra que te persigue,
te margina,
te rechaza,
te oprime,
te discrimina…,
por eso me gusta que seás como tierra que danza,
fruta cosechada por el clítoris de tus ideas,
luna creciente erguida en los desgarradores
timbres de tus sonidos,
amazona de piel alcoholizada a punto de estallar…,
con tu mirada sin red entre las pinceladas del infinito…
¡Me gustás!,
con tantas historias fornicándote en la garganta…
Del libro La otra mitad de mi diferencia.
www.laotramitaddemidiferencia.blospot.com