" Era un ser tan dechado de virtudes
que no comprendo como no la hicieron Papa
en vez de Bergoglio "
Era adicta a sí misma,
para embriagarse
se bebía su propia sangre.
Se consideraba
la mejor escritora
de la historia
por eso no cesaba
de leer las líneas de su mano.
Le molestaba que su sombra
le hiciera sombra
por eso trataba de tapar el sol
con su dedo.
Su ser humano favorito
era la primera persona de singular.
Lo que ella no sabía
no le interesaba
por eso sabía tan poco.
Alardeaba de tener cientos de amigos,
¡ Cómo si la amistad
fuese tan fácil
como meterse el dedo en la nariz !
Para acompañarla
mientras cantaba
no necesitaba un coro de voces
sino un coro de aduladores.
No soportaba
que los espejos de las otras
no la reflejasen a ella.
Cuando se hizo vieja
no chocheaba,
yoyeaba.
En su lecho de muerte
no pidió un cura
sino un yoyó.
Se murió feliz
porque en los entierros
es al muerto
a quien se llora y alaba.
Si ascendió a los cielos
Dios tiene un problema.