Quisiera enterrar tu corazón
para no escuchar tus latidos
y evitar que perturben mis sentidos
y llenen de tu nombre mi pasión.
Quisiera cerrar mis ojos y dormir,
cerrar mis ojos tranquilo y soñar;
pero sin ti no lo puedo conseguir,
sin soñarte no me quiero despertar.
Quisiera resignarme y olvidar
y borrarte para siempre de mi vida.
Y volver a vivir, volver a empezar
y considerarte al fin perdida.
Pero aún no puedo ignorarte,
ya parezco un hombre de esos
que viviendo pendiente de tus besos
se muere sin poder besarte.
Quisiera y por tanto querer
siento que el sufrir es un castigo;
me castiga ser sólo un amigo,
desearte y no estar contigo,
extrañarte y no volverte a ver.
Quisiera no verte tan bella,
ni adorarte con tanto frenesí;
que no me supieran a ti
los besos que le doy a ella.
Quisiera tener una duda
y aferrarme a ella y rechazarte,
tener fuerzas para no mirarte
cuando te muestras desnuda.
Pero hoy esclavo de tu encanto,
víctima de mi propia suerte,
paso el tiempo sin tenerte
¡y no sé si pueda aguantar tanto!