... Y en la noche, acostado pensar que diferente fuera la vida, si desde un principio la verdad se hubiera asomado con sentida sinceridad en nuestros labios ...
syglesias
Presenta
MI VERDAD:
Decir te quiero es intentar engañar al corazón por un instante de debilidad para no llorar frente a ti, porque afirmarte que te amo eso me lo reservo, llevando la respuesta enraizada en el alma, reflejada únicamente la incógnita para ti en mis ojos, si aun sabes interpretar la tristeza mirándome fijamente sintiendo el mismo dolor que nace por ese instante que no fue nada divino de olvido, si, por olvido de todo lo vivido y sentido durante tantos años juntos en los anhelados brazos, con la piel desnuda y dispuesta siempre para ser inmensamente acariciada, hasta la saciedad del ser humano...
Decir te quiero es imaginarme como eras de amable antes conmigo, pero esto me entristecería mas los días al ver cómo eres ahora, languideciéndome los recuerdos que aun tengo para poder sobrepasar la añoranza, atando horas de suplicio en tardes agonizantes de ausencia, cuando las ansias de momentos que fueron detalles inolvidables juntos, hacen aflorar esas lágrimas de estíos para mis ojos corriéndome el rostro por nostalgias que padezco sin que lo sepa la mujer amada, la misma que dándome la espalda no quiso saber sobre mi presencia y a la cual le juré con cruces, no volvería a ver otra lágrima...
Decir te quiero es soñar un imposible de alcanzar despierto, amándote por el solo placer de hacerlo, sin verdaderamente sentirte por no antes haber aprendido a perdonar con un beso sin pretensión en la frente, sin esperar recuperar por ansias esos besos que fueron tan negados ayer, después de ser inmensamente mendigados para hidratar labios resecos, porque apresuradamente más que bien, harían mucho mal, ardiente, porque este sentimiento herido dejó de ser juego por diversión, es algo profundo y puro del cual necesito saber, si será un espacio más concedido, sin tiempo dedicado para el amor...
Decir te quiero es una falacia para tratar de opacar lo que realmente deseo con silencio de condenado que no es más que la libertad para la esclavitud de un sentimiento cautivo que hace sufrir mi mente sin descanso, diciéndome nunca te olvidaré, ni dejaré de pensar en ti, porque Tú eres y siempre serás en mi vida la razón de mi existir, pero a pesar de todo eso, sé, que para poder sobrevivir debo abrir los brazos a un mundo de injustos que es ciego, sordo y mudo cuando le conviene serlo, sin importarle quien debe caer en tierra de nadie, sin esperanzas en el mañana, cuando morir es una opción.
------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 22032013 12:15 AM.