Se inundó mi noche de suspiros
Que se volvieron lamentos
De rodillas temblando sobre mi lecho
Pidiéndole explicaciones a mí destino
Con las manos vacías empuñando silencios.
Recostada de un lado y los ojos abiertos
En medio de las sombras
Desmesuradamente abiertos
De derecha a izquierda de izquierda a derecha
Rogándole al cielo poder conciliar el sueño,
Para no pensar tanto, para no llorar tanto.
Después de tanta angustia sobre almohada de lágrimas
Abracé mis nostalgias y me quedé dormida
Y amanecí cubierta por mis deseperanzas…