Un día, me he dado cuenta que no tenía amigos. Raro, no hice nada contra de ellos, y quedé fría e sin saber el poe qué, se olvidaran de mí. Una certidumbre la tuve, amigos, pensamos que los tenemos, pero si necesitamos de ellos, esconden se e desaparecen. Aprender hasta morir, no necesito enemigos, total los tengo que lleguen. Para mí un falso amigo es peor.
Hago de cuenta que cambié de País, que no conozco a nadie y vivo mi vida, que solo a mí pertenece y me dice respecto.
Lo demás es fantasía, falsedad encubierta, envidia recalcada, cosas de mentes enfermas.
Si necesitara de un plato de sopa, no me lo darían. Por eso, guardar con fuerza lo que tengo y nunca pedir nada a nadie.
Personas, que he ayudado, en quien confiaba, todo ilusion, lo que no suportaban era a mi persona. No tengo culpa de mi aire, sencillo e elegante, la cuna donde nascí era de oro, mi educación esmerada, siempre he marcado mi presencia con simplicidad, pero sabiendo estar y comportarme en medio de reyes, o comiendo sopa de mis vecinos pobres como Jo. Que lo pasen bien, sean felices pobres de Dios que andan buscando lo que nunca tendrán. Imagen de una verdadera Señora.
No sé si es el olvido que queda en la distancia, si es esta que lo lleva. Siempre supe cuál era mi sitio, como tal envejezco con dignidad, siempre yo, siempre la misma. Por mucho que intenten amargarme no lo conseguirán, no dejo. Quien habla mal de mí a mis espaldas me respecta la cara. Pueden continuar, si no consiguen aceptar la verdad e se ofenden, es porque son falsos e muestran lo que no son.
Rasgan los rayos la noche, truena la tempestad, pero mi corazón está lleno de sol, en silencio, saborea la paz de estar con el alma limpia, el día se hace noche, cargado de nubes negras, en mi pecho brilla la luz de no tener manchas de cosas malas que hice. En plenitud, mi descanso, mi vivir, lo he encontrado, ya nada me puede herir, lo he conseguido. Que todos marchen, que me alejen, tanto me da. Que nadie ni nada despierte mi descanso, o lo intente, ahora soy yo la que olvida, la que sin perdonar, olvida a todos lo que de mal me hicieran. Lo he conseguido, con esfuerzo, pero he vencido. Ya es pasado, ya es olvido, ya es el nada en tanto que es la vida.
Llora el tiempo gris de semana Santa, sonríe mi corazón, a la Pascua, como si como Cristo resucitara de una muerte lenta e injusta, que solo el hombre tiene capacidad de hacer.
Muchos besos de Judas tuve, nadie e nunca más, en mi cara darán uno más. Me besará el viento, el sol, el niño inocente y solo una persona más. Tu que la tuya está llena de cicatrices de tanto te lastimaren, como a mí, limpiaremos las marcas, de los falsos amigos. Pero solo los dos. Viviremos en nuestro retiro, donde somos felices. Lo demás no importa. La tijera de Dios rompió, los lazos de sufrimiento que me prendía a ilusiones e falsedades.
Truena la tempestad los rayos cruzan la noche e yo la veo y veo belleza, en toda su fuerza invencible, por el hombre.
Gracias por vuestro fingimiento, por vuestra falsedad, gracias, por la fuerza que me han dado para conseguir olvidar e seguir adelante, con mi vida.
Oporto, 25 de Marzo de 2013
Carminha Nieves